CAMPAMENTO
VOLANTE
1. ¿Qué es un
campamento volante?
El
campamento volante es una actividad propia de un grupo experimentado, por lo
menos, en caminatas largas y acampar. Es una actividad que puede durar varios
días, que consiste en acampar en un lugar al que accedemos luego de una
caminata. Todo el equipo se lleva a cuestas, incluyendo carpas o el material
para el armado de refugios para pernoctar. No es una supervivencia, ya que
contemplamos las posibilidades que tiene el camino, y llevamos comida y agua,
etc., en función de eso. No es una actividad improvisada y peligrosa, ya que
requiere de una buena preparación del grupo, lo cual lo enriquece. El
campamento volante puede ser una actividad de un fin de semana, o por el
contrario durar varias semanas.
"Volante"
significa "suelto, libre", y también "errante, nómada,
móvil". Es decir, podemos decir que este campamento tendrá dos aspectos
principales. Por un lado, que es móvil, para lo cual debemos estar preparados
en cuanto a técnica para llevar lo necesario, y adecuarnos al lugar y
circunstancias que se nos presenten. Pero por otro lado, que es libre: no puede
ser pautado totalmente, y las personas que lo integran deben ser un grupo
afianzado y con la suficiente madurez como para tomar decisiones libremente.
2. Preparándonos para la
aventura: cosas a tener en cuenta antes de salir (I)
I.
Eligiendo el itinerario y el lugar de acampe
Es
importante saber hacia dónde vamos y por dónde iremos. Como ya se
mencionó antes, existen dos maneras de hacer un campamento volante:
·
Como campamento prolongado: antes de definir el lugar de acampe, debemos
indagar si en las cercanías existen otros sitios un poco más apartados adonde
ir. Por ejemplo, si vamos a un lugar turístico que tiene un
arroyo, averiguaremos si siguiendo el arroyo hay lugares de libre acceso,
estancias o campos privados que nos puedan alojar por una noche, etc.
·
Como una actividad de fin de semana: en este caso, buscaremos un lugar al que
se pueda acceder mediante transporte público (o que éste nos deje más o menos
cerca).
El lugar para hacer un campamento volante debe reunir varias condiciones,
además de las usuales para armar cualquier carpa. No deberá estar
demasiado cerca de una ruta, por ejemplo, pero tampoco tan aislado que podamos
perdernos o que no nos encuentren si tenemos un accidente. Es conveniente que
tenga leña disponible, y es un lujo si tiene una fuente de agua donde
refrescarnos, o que podamos potabilizar. Si dependemos de un campamento base,
no es recomendable alejarse más de 8-10 Km . Una vez considerado todo esto, armaremos
un itinerario aproximado. No podemos delimitar exactamente donde
pernoctaremos, pero deberemos tener en cuenta que las distancias de caminata no
deberán ser exageradas: en promedio, una persona camina a 5Km por hora.
Entonces, por ejemplo si queremos llegar a un lugar que queda a 20 Km ., se podría hacer la
caminata en dos tramos, aprovechando para almorzar y descansar entre ambos.
3. Cosas a tener en cuenta
antes de salir (II): el equipo
II.
Elementos personales y de grupo
Cuando
preparamos la mochila para un campamento volante, debemos pensar que
seguramente estaremos horas caminando con ella. Así que debemos reducir
al máximo el peso de los elementos personales, y descartar cosas superfluas.
Con respecto a los elementos que pertenezcan a todo el grupo, se repartirán
equitativamente: uno llevará el bidón, otro el botiquín, etc.
Ejemplo
de lista de elementos personales:
Bolsa
con utencillos para comer, Bolsa de aseo, Bolsa de dormir o frazada,
Cantimplora, Linterna, Hilo, Cortaplumas o cuchillo de monte, Aguja
e hilo, Fósforos encerados o encendedor, Reloj, Papel y lapicera, Ropa extra
(interior, remera), campera impermeable, sombrero o gorro.
Ejemplo de lista de elementos de grupo:
Brújula,
Hacha, Nylon o Sobretecho, Parrilla o hierros, Botiquín, Bidón de agua, Bolsas
de residuos, Comida, Soga y soguines, Diarios, Olla o jarro grande, Estacas (2
o 3).
Nota: En
caso de llevar carpa, ésta se reparte entre los integrantes del grupo, teniendo
en cuenta el peso y la resistencia física de cada uno.
Otros elementos: el uso de la tecnología
Además de los materiales ya mencionados, podemos hacer uso de equipos modernos,
tales como:
l
Teléfonos celulares: Si el campamento volante se desarrolla cerca del lugar
donde vivimos, o nuestro servicio tiene cobertura nacional, es una tranquilidad
llevarnos un teléfono, por si llegáramos a tener una emergencia o contrariedad.
l
Handys (transmisores-receptores de radio): Nos llevamos un handy con nosotros,
y dejamos uno en el campamento base, o en la casa de alguien de las cercanías
(con una buena antena). Tienen la ventaja con respecto a los celulares, que
podemos estar en comunicación todo el día, sin gastar dinero. Incluso, si
tenemos más de dos, podemos incluirlos en algún juego. La desventaja es que el
alcance es limitado según las antenas que poseamos, y el terreno en el cual nos
encontramos. Si, por ejemplo, estamos en una zona montañosa, no nos podremos
comunicar si tenemos en medio un cerro.
l
GPS (Geoposicionamiento satelital): A este equipo se lo ha llamado
erróneamente "la brújula electrónica". Lo que hace es señalarnos en
qué latitud y longitud nos encontramos, con una precisión de 10-50 m . Además, si nos estamos
moviendo, nos indicará en qué dirección cardinal vamos, y puede guardar en
memoria distintos lugares que le indiquemos, entre otras muchas funciones.
4. Cosas a tener en cuenta
antes de salir (III): la comida
III. La
comida
Para no
ir cargadas al máximo con ollas y elementos de cocina, podemos pensar un menú
que involucre pocos utensilios. Por ejemplo: salchichas ahumadas con papas a
las brasas, sopas instantáneas a las que agregaremos arvejas y queso, revuelto
de choclo, o incluso el tan famoso y utilizado sándwich.
Es
importante tener en cuenta que, si bien queremos reducir el peso de nuestro
equipaje, también estamos en una actividad que involucra mucho gasto de energía
y no podemos alimentarnos mal. Debemos, entonces, prever un
menú aproximado según la cantidad de días que nos lleve el campamento
volante, y llevar la comida acorde a eso. En el camino puede haber algún lugar
para abastecernos y no llevar todo a cuestas, pero no es aconsejable correr el
riesgo de pasar hambre. Hay que pensar bien qué llevar y qué comprar en el
camino. Generalmente compraremos en el camino las cosas frescas como carne y
verdura, y llevaremos de casa cuidadosamente enfrascado o empaquetado: aceite,
condimentos y arroz, por ejemplo, y también latas y sopas.
Algunas recetas:
Salchichas y papas a
las brasas: Si estuvimos utilizando el fuego recientemente
(por ejemplo para tomar mate), y tenemos una buena cantidad de brasas, podemos
enterrar en las mismas papas con cáscara; es importante que tengan brasas tanto
por debajo como por encima. Este tipo de cocción tarda aproximadamente media
hora. Mientras tanto, pinchamos las salchichas en palitos cuidadosamente
pelados. Estos palitos se pueden clavar en la tierra o sostener en la mano, y
se dan vuelta para dorar y ahumar bien las salchichas. Para saber si las
papas ya están a punto, se les clava un palito o tenedor (sin retirar de las
brasas). Si ya están cocidas, es conveniente cortarlas a lo largo para que se
enfríen un poco. También se pueden hacer de esta manera batatas.
Revuelto de verduras:
Se abre una lata de jardinera, arvejas o choclo, se retira el líquido, y se le
pone un huevo, revolviendo en la lata con un tenedor. Se puede llevar al fuego
dentro de la lata, o meter dentro de un cartucho de aluminio y poner a las
brasas.
Torrejas:
Se corta el pan del día anterior en rodajas, y se hace una mezcla de huevo y
leche. Se mojan las rodajas en el líquido y se fríen en aceite o manteca.
Luego se cubren de azúcar y un poquito de canela (opcional). Ideal para el
desayuno.
Otras cosas
nutritivas y simples: Chocolatada, galletitas con paté
o queso entablé, sándwiches.
También podemos adaptar algunas recetas de campamento, tratando de utilizar una
sola olla o jarro. Truquito para llevar huevos: abrirlos y
ponerlos en un recipiente hermético (tipo Tupperware).
5. El campamento volante como
tal (I): La caminata
Cada quien tiene su manera de caminar, su ritmo y su resistencia. En un
campamento volante, como hemos dicho, estaremos horas caminando, por lo cual,
viene bien seguir estos consejos para una caminata más cómoda y efectiva:
Llevar calzado cómodo, cerrado y con medias. Las medias impiden que la
transpiración del pie nos provoque paspaduras.
Llevar mochilas y bolsos con breteles anchos y cómodos. No llevar cosas
colgando de manera que queden sueltas y vayan golpeteando.
En los caminos, circular el dirección contraria a la de los autos y en
fila. No separar el grupo, a menos que se hayan puesto de acuerdo en
un posterior punto de encuentro.
Llevar sombrero o pañuelo en la cabeza. Si hay mucho sol (en verano), mojarse
la cabeza cada tanto.
Llevar botiquín y agua, aunque la caminata sea corta.
Si la caminata es muy larga, es preferible hacer varias paradas cortas que
pocas paradas largas. Así evitamos que los músculos se enfríen.
Para el agua, lo mismo: es preferible tomar poca agua muchas veces que mucha
agua toda de una vez.
Al llegar al lugar, es conveniente estirar los músculos (hacer varios minutos
de elongación) y cambiarse las medias.
6. El campamento volante como
tal (II): El refugio
II.
El refugio
Construimos
un refugio para pasar la noche y preservarnos del frío o de eventuales lluvias.
Existen dos tipos de refugio: los temporarios y los permanentes. Los refugios
permanentes se utilizan en caso de pasar muchos días en un mismo lugar (por
ejemplo, cuando caemos en supervivencia* ). Éste no es el caso de los
campamentos volantes, así que nos abocaremos a los refugios temporales.
Este
tipo de refugio se caracteriza por ser precario y de no muy difícil
construcción. Existen tantos modelos como acampantes y paisajes, ya que el
refugio se construye en base al terreno donde nos encontramos: si hay un reparo
en las rocas, o un árbol disponible, lo utilizaremos. Y, por supuesto, depende
de la habilidad e ingenio del que lo construye: podemos valernos de palos y
hojas que haya en el lugar, además de los elementos que hayamos llevado (sogas,
lona, etc).
Las
características principales de cualquier refugio a tener en cuenta cuando lo
armamos son:
Comodidad: con el terreno lo más plano posible, y si hay desniveles, que la
cabeza de los que van a dormir dentro quede más alta que el cuerpo.
Preservación de la humedad: si bien es difícil cerrar bien un refugio, debe
protegernos tanto del rocío como de la lluvia.
Orientación: la puerta debe estar de espaldas al viento, para que no embolse.
Es decir, la parte más baja del refugio será la cara que da al viento.
Fortaleza: por más que esté bien orientado, si es un refugio endeble y hay
mucho viento es posible que se nos "vuele". Hay que construirlo con
buenos amarres y nudos, o asegurarlo con piedras; hacerlo firme.
Pequeño, para pocas personas (una a tres): esto es debido a que así se mantiene
mejor el calor y el refugio es más sencillo de construir; por la misma razón es
conveniente que sea de baja altura.
Accesibilidad: fácil de entrar y salir; fácil de localizar (por si nos tenemos
que alejar a buscar leña o agua, por ejemplo).
Por
supuesto, hoy en día las carpas son cada vez más livianas, y es posible
repartir las partes de la misma entre los miembros del equipo
(cuerpo, sobretecho, parantes, estacas). De esta manera, nadie será perjudicado
por llevar más peso. Sin embargo, llevar una carpa tiene sus desventajas: si el
grupo llegara a separarse por alguna eventualidad, no podrán refugiarse
adecuadamente.
*
"caer en supervivencia": se le llama así a la situación fortuita de
estar sin recursos y lejos de la civilización. No es algo buscado, sino un
accidente.
7.
A modo de conclusión
Es una experiencia inolvidable salir de campamento volante. El contacto más
directo con la naturaleza nos pone a prueba, y a la vez nos da otra visión,
dando prioridad a las cosas más valiosas, que hasta ahora quizás no habíamos
visto.
Para
poder disfrutar a pleno esta actividad, es bueno que el grupo se prepare
con tiempo aprendiendo distintas cosas: cómo hacer un buen refugio, cómo
cocinar con pocos elementos, caminatas largas, etc. Si esto no se hace, el
campamento volante sólo será una actividad extenuante y llena de imprevistos
que pueden incluso, dañar la convivencia
Algunas
actividades extra sugeridas:
Las actividades que se pueden desarrollar teniendo el cuenta la libertad de
este tipo de campamento son de lo más variadas. Podemos pensar en:
·
Grandes juegos: un gran juego que dure todo el campamento volante, con
algún tema fantástico o de aventura, por ejemplo. También se puede hacer
un juego de postas en la caminata de vuelta del campamento volante. Si se
dispone de handy, se pueden dividir en equipos y realizar caminos
independientes, tipo expedición (para esto, es muy recomendable el GPS).
·
Técnicas de aire libre: se pueden practicar técnicas de orientación diurna y
nocturna, métodos de obtención de agua, estudio de la naturaleza y
observación, etc.
·
Reflexiones: ya que estaremos semiaislados del mundo, es bueno para hacer
meditaciones, conocerse más a sí mismos y dentro del grupo. Las horas de
caminata favorecen la introspección.
·
Artesanías: tallado en madera, modelado de barro y trabajo con hilos son cosas
que no requieren de mucho equipo, y que nos dejan un lindo recuerdo de este
momento. Cuando paramos a descansar o ya acampamos, podemos realizar
cosas manuales.
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